El diálogo como base del liderazgo en organizaciones autogestionadas (3)

Curso liderazgo Emana Formación

16/05/2025

Decía el escritor estadounidense James C. Humes  que “la comunicación es el lenguaje del liderazgo”.  Quizá por eso el tercer módulo sobre liderazgo y gestión de equipos impartido por Emana Formación para Ner Group ha abordado uno de los aspectos más importantes de la comunicación: la forma de afrontar conversaciones difíciles con miembros de un mismo equipo  en la gestión del trabajo diario. 

Tres de los participantes en este módulo, Nagore Azkue (Kimua Group), Idoia Pérez (Trebeki) y Jon Santiso (Lancor), han compartido sus impresiones y reflexionado sobre la forma en que dialogan con sus compañeros de equipo para mantener la fluidez de sus relaciones laborales, algo fundamental en organizaciones autogestionadas. 

Análisis previo

Al igual que en los módulos anteriores impartidos por Emana Formación, en este caso los asistentes han partido de un análisis previo de situación para, a continuación, llevar a cabo actividades prácticas dirigidas a conseguir un objetivo: afrontar con solvencia conversaciones potencialmente sensibles.  

Sin embargo, estas jornadas han abarcado más que la gestión de una conversación complicada. “Ha habido otro foco para evaluar qué estilo de relaciones quieren los miembros de nuestro equipo, en qué situación se encuentra el equipo ahora mismo, si necesita confianza, compromiso…”, dice Nagore.  

Y ha sido precisamente después de ese análisis previo cuando la líder de Kimua Group ha llegado a una conclusión: “Creo que justo por cómo está ahora mi equipo, que tiene muy buen ambiente y en el que hay todo tipo de estilos pero con muy buena relación, nos resulta complicado mantener conversaciones difíciles. Me resulta difícil hacerlo con una persona con la que te llevas tan bien porque me cuesta poder decirle algo negativo”, explica.

Las relaciones personales

Y es que, tal y como explica Idoia, “nuestro día a día son las relaciones con las personas”, y “en equipos autogestionados en los que trabajamos en equipo, las relaciones son lo más importante de nuestro trabajo”. Idoia Pérez, que es líder de un equipo compuesto por 15 personas en Trebeki, explica la dinámica: “Estuvimos trabajando sobre el guión que hay que llevar a esas conversaciones porque no se trata de sentarse y ya está, hay que llevar un guión. Luego trabajamos en grupos de dos y tres personas y cada una planteó una situación real que tenía en ese momento mientras el resto le dábamos nuestra opinión sobre cómo había ido la conversación, si debía ser más directa, etc”.  

Esta metodología de trabajo por tríos y mediante “una serie de pasos” es la que ha permitido a Jon Santiso preparar esa “conversación pendiente” en su equipo. “Teníamos a alguien delante haciendo el rol de la persona con la que querías hablar para verbalizar el conflicto, para afrontar la conversación difícil. Y fue muy eficaz porque con solo hacerlo y comprobar la diferencia entre lo que tenías en la cabeza y cómo lo verbalizabas, ya podías corregir cosas. A eso se sumaba el feedback de mis compañeros, que desempeñaban el rol de la otra persona y el del espectador que estaba escuchando, que te daban indicaciones de cómo lo afrontarían ellos”, explica. 

Método útil

Tanto Nagore como Idoia y el propio Jon destacan la utilidad de este método en sus respectivos casos. “Yo descubrí algo que no había tenido en cuenta”, explica Nagore: “Como mi estilo de relación es agua, o sea, una persona calmada, que necesita su contexto y un poco apática, cuando tengo que mantener una conversación con alguien que es fuego, muy diferente a mi, no puedo hacerlo con mis explicaciones, con mi contexto, sino que tengo que hacerlo de forma directa, concisa, con las ideas claras, muy distinta de cómo suelo actuar. Me ha servido bastante para darme cuenta de que no somos iguales y que por eso no debemos hablar o tener el mismo tipo de conversación con todo el mundo”, afirma. 

Idoia pone el foco en otro punto: “Para mi el valor que tiene este módulo es que he podido ver que estamos todos en un punto muy similar. Es verdad que hay organizaciones que están más o menos avanzadas pero la realidad es que nuestras frustraciones y nuestros problemas son compartidos. Y los métodos de resolución también. Es un poco la terapia del ‘no estamos solos’”, comenta.

Personal y profesional

Su compañero de Lancor opina de forma idéntica: “Ayuda mucho saber que en todas las organizaciones surgen situaciones parecidas, y que no solo se dan en el ámbito profesional sino también en el personal. Este curso te ayuda a estructurar en tu cabeza cómo afrontar ese tipo de situaciones”, insiste. 

A la hora de hacer balance, Idoia, Nagore y Jon ponen el acento en el mismo punto, aunque con matices. Mientras la primera asegura que para atajar un problema que ya está identificado hay que asumir una “responsabilidad personal y de equipo” en la que admite “fallar”, Nagore afirma que todavía no se “ha puesto” con la resolución de ese problema, y Jon, en cambio, hace autocrítica: “En este tipo de organizaciones autogestionadas, cuando ves un problema la responsabilidad recae sobre todas las personas de la organización y no sobre el líder u otra persona concreta. No es sencillo dar el paso si no sientes que por detrás tienes cierto apoyo. Mi autocrítica es que no se debe ser tan pasivo frente a los problemas, y sí intentar levantar la mano para, al menos, ponerlos sobre la mesa”. 

Estilo NER

En lo que sí coinciden es en la importancia que tiene este curso de formación o de coaching para las organizaciones de Ner Group. “Esta formación coincide completamente con el estilo NER porque un diálogo es cosa de dos personas, mientras que en NER no hay jefes y la responsabilidad recae sobre todos; eso te obliga a asumir una parte de la responsabilidad”, dice Jon. Nagore explica que al pertenecer a organizaciones no jerárquicas, todas las situaciones que afectan al trabajo, como la confianza, el compromiso, las conversaciones difíciles, “afloran mucho más que si hay un jefe de por medio, que tiene ese rol de resolver los problemas”. Este hecho lleva a Idoia a sentenciar: “Somos equipos autogestionados y trabajamos en equipo, y las relaciones son lo más importante de nuestro trabajo”. 

Conclusión

Pero, ¿y este curso? ¿Les ha ayudado a gestionar sus propios problemas? 

Idoia: “Al menos, nos ayuda a entender por qué tenemos dificultades y a ponerles solución”. 

Nagore: “Sí, sobre todo con las conversaciones difíciles que sé que vamos a tener, al menos sé hacia dónde tirar”. 

Jon: “Ves que el conflicto no es algo que puedes evitar. Lo puedes apartar de una patada pero luego vuelve más grande. Y juntarte con gente de otra organización te da un poco más de fuerza para afrontar esa conversación”.